Yo puedo luchar contra el mundo entero, sola, y aún así ganaría sin algún problema. ¿Yo? Yo puedo hacerlo todo. Siempre he podido hacer todo lo que quiero. Tapar el sol con un dedo, hacer que todos hagan exactamente lo que yo deseo, hacer y deshacer cuánto quiero, derrumbar castillos con un solo movimiento de manos, dominar el más salvaje animal con tan solo acariciarlo, andar por el mundo sin preocupaciones ni obligaciones. Y claro que puedo, yo puedo hacer todo lo que los demás no pueden.
A mis cortos catorce años lo sé todo, lo he hecho todo, he visto todo lo que hay en el mundo y siempre tengo la razón.
Me he enamorado más de 10 veces, y de mi se enamoraron millones. Sufrí cosas que nadie puede siquiera imaginarse, sé cosas que ni los más experimentados científicos saben que existen, adivino las cosas antes de que pasen, nunca cometo errores porque sé que habrá consecuencias, soy la adolescente más inteligente y más madura que nunca podrán conocer. Porque yo puedo hacerlo todo.
También puedo mentir, puedo pretender cosas que no soy, puedo actuar como la persona que todos quieren ver, puedo crear una imagen que todos ven sin que conozcan a el verdadero yo, puedo presumir sobre el máximo poder que poseo sin poseer ningún poder alguno... Puedo llorar, puedo sentir, y puedo tener miedo...
No puedo luchar contra nadie, mucho menos sola.
No puedo tapar el sol, ni con un dedo ni con toda la mano.
Las personas hacen lo que quieren, no lo que yo les digo.
No puedo derrumbar ni a un solo soldado, y para hacerlo me costaría mucho.
No puedo dominar a los animales, porque le temo a los gatitos.
Mi vida está llena de preocupaciones y de obligaciones.
Yo... yo puedo soñar!
Sé muchas cosas, pero todas son fantasías mías, ideologías que yo misma creo para darle explicación a un error que cometo.
Y soy la adolescente más inmadura y soberbia que existe, por lo menos, en mi mundo.
Nunca he sido independiente, hago cosas para quedar bien con los demás, digo “mierda” para que los chicos grandes piensen que ya soy mayor, pero por dentro soy la misma de siempre...
Esa chica tierna y dulce que tiembla cuando escucha truenos y esa pequeña nena que aún debe dormir con la luz prendida. Nunca me he enamorado, a mi edad ni si quiera puedo deletrear la palabra “amor”.
Alejo a la gente antes de involucrarme para no sufrir, porque tengo miedo. No me arriesgo a hacer cosas que quiero, algo puede salir mal, y es que tengo miedo.
Aunque por fuera soy independiente y autosuficiente, por dentro necesito que me mimen, que me abracen y me digan que me quieren.
Recuerdo que un chico una vez me dijo “Te dicen sapo y tu saltas...”, en ese momento me ofendí y lo tomé como una agresión pero el tenía razón, hago cosas para llamar la atención de los demás. Es ahora cuando me doy cuenta que fue una perdida de tiempo...
Las cosas que quise hacer, me detuve. Acciones que siempre me parecieron absurdas y vulgares, de pronto me resultaron normales... Soy una niña, no sé nada de la vida, lo único que sé es que siempre tuve que ser yo misma, esa Hidaly que besa con besos tiernos, que no fuma, que no falta a clases... Quiero ser esa niña otra vez. Quiero ser yo misma... Y es gracias a esa persona que me doy cuenta de tantas cosas, él siempre tuvo razón y yo que creí que sólo quería molestarme.
Quiero ser diferente, quiero ser lo que siempre he querido, pero tengo miedo...